lunes, 23 de febrero de 2015

Los tres tenores

8 amigos a la mesa, ningún paladar quemado, y barbacoa esperando su turno, no hace falta más. Sólo se pedía a los vinos no defraudar.

Entre homenaje y cata fue la cosa. De lo primero porque lo servido era para disfrutar y de lo segundo porque el aprendizaje siempre está ahí. Combinación perfecta.

Diferentes añadas, diferentes zonas, diferentes variedades y por tanto diferentes estilos, pero lo principal como denominador común, vinos de altura. Los tres tenores dispuestos a hacer sonar notas musicales en nuestros paladares. (Se sirve antes un “Melendi” peleón como él mismo, para que nadie se despiste y es que la cerveza está más presente en la vida de la mayoría). 


El primero, Pétalos del Bierzo 2012, del que se catalogó la añada 2011 como el mejor vino calidad precio de España. Bierzo, Descendientes de J. Palacios, viticultura de precisión.

De carácter atlántico, en boca contrasta su gran acidez con una muy agradable sensación de terciopelo. Gana en intensidad con el tiempo en copa. La sensación de suavidad es el rasgo que mejor define el paladar, algo que afirma el grupo al mismo tiempo que apuntan cierta sequedad en el final, que corroboro.

Pintia 2010, Toro, Zamora, grupo Tempos Vega Sicilia, eso ya dice mucho.

“Fruta madura en una nariz potente y expresiva, con notas cremosas de una crianza cuidada, perfectamente integrada, unos taninos delicados y un final persistente”. Nota de cata externa ajustada a lo vivido, a lo que añadiría explosión de fruta en boca. El grupo en líneas generales dio cuenta de esa intensidad. Un clásico de Toro, me encanta!

La Rioja Alta gran reserva 904, 2004, 4 años de barrica.

Llama la atención su color y alguien dice que “huele raro” y es que en pocas ocasiones vemos estas joyas. Respecto a lo primero sorprende que un color tan marchito esconda un vino tan vivo. Fantástico equilibrio entre fruta y madera, para su edad. Es suave, sedoso, elegante, apostilla la mayoría. Un vino de muy alta gama.


Éxito rotundo y el auditorio en pie, un concierto memorable. Sonora ovación para Pintia y 904, menos aplausos para Pétalos del Bierzo, simplemente porque los otros tenores estuvieron increíbles.



miércoles, 18 de febrero de 2015

Quiero rayos de sol...

Solanera 2012.   - Limpio (unfiltered), granate de capa alta, intenso y complejo en nariz con predominio de fruta negra madura, especias (pimienta) y terciarios  y de ataque amable, con medio cuerpo, tanino dulce y una punta de alcohol.

¿Descripción? Bien, pero no es lo que más me interesa, sino 4 cosas que forman parte de la compra:

94 puntos Parker!   Reconocer algo requiere de una acusación previa y yo que ni lo soy ni me siento acusado no lo reconozco, lo afirmo. Soy de gusto parkerizado, si bien discrepo sobre altas y bajas o inexistentes puntuaciones otorgadas detrás de las cuales existe una historia (opinión formada). En el caso de Solanera, crítico y disfrazado del gurú tal vez no hubiese igual de generoso.

- Relación calidad – precio.   94 RP, procedente de viñas viejas, elaboración muy cuidada y con crianza en roble francés todo ello por 11 aurelios. No merece queja sino reconocimiento en este aspecto.

- Monastrell.   Saliendo de mi ámbito regionalista y sobretodo garnachista creo recordar que es la primera experiencia con la variedad, así que poco que decir.  Habrá que seguir probando, la práctica hace al maestro. De momento parece ser que da un bonito color y buena nariz.

- Mediterráneo.   Localización D.O. Yecla (Murcia). Lo entiendo como lo más característico y relevante. Que está muy bien hecho, reconocido y a buen precio es evidente, pero en este vino enseguida se descubre el sol que le da su nombre y que le otorga ese marcado carácter mediterráneo.



Repetir es la cuestión, el principio y el fin y en este caso me anima a seguir conociendo Monastrell. ¿Recomendarlo? Por su puesto, a todo aquel que quiera sol murciano en su paladar.



martes, 3 de febrero de 2015

Gasta pinocha tope frutal

Lunes 02/02, a la salida del gimnasio entro en Mercadona (porqué no decirlo) por bebida isotónica y es que había que recuperar electrolitos y esas movidas.

Como siempre, cojo el pasillo de los vinos y aunque en este establecimiento no acostumbro a detenerme (no comment), alcanzo con la mirada el “Sangre de Toro”, un clásico de Torres que tenía pendiente. Alegría contenida, liberada cuando veo que es 2013 y es que andan muy flojos la mayoría de establecimientos en el tema de rotaciones, sirva de crítica. A ello le sumo que con menos de un billete de 5 me lo llevo es decir, la pérdida no es mucha y entonces ya no hay motivo para no cogerlo.

Después de probarlo y modestamente disfrutarlo, investigando por la red sobre las variedades del coupage del que la etiqueta nada indica, encuentro estas  impresiones sobre el mismo del televisivo Chef David de Jorge (Robin Food) y no queda otra que suscribirlas con una sonrisa en la boca.

“ Sangre de Toro.

O de un vino que rezuma frescura y juventud.

¿Qué quieren que les diga? Hay vinos que con el calor entran solos, bebercios sin más pretensiones que hacer feliz al personal en sus horas de asueto.

Este, que vale dos calas, es uno emblemático de la bodega Torres y rezuma frescura y juventud por todos sus poros.

Gasta pinocha tope frutal, a frutas rojas en concreto, con un toque muy sutil de la breve crianza en barrica de roble
En boca es ligero pero aterciopelado con un fondo de frutas confitadas bien rico.

Tinto de verano a todas luces.”      A lo que apostillo tinto de verano en sentido literal.



¡Qué artista!, no hay mucho nada más que decir. Sólo un apunte informativo para los más sensibles. El nombre está inspirado en Baco, dios romano del vino, antiguamente nombrado como "El hijo del Toro".