jueves, 15 de enero de 2015

¿Repetimos?

La noticia de un reconocimiento de un vino aragonés en la guía “Los 100 mejores vinos por menos de 10 euros” - 2015 - de Alicia Estrada, me ha devuelto el grato recuerdo de cuando lo bebí, hará mes y medio en una cena de amigos. El fenómeno es Nietro de “Alianza de Garapiteros” (D.O. Calatayud). Si bien tenía la buena referencia  de su “hermano mayor” Alquez, no esperaba ese nivel en este otro. Es uno de esos vinos de alta extracción que me encantan, con cuerpo, golosos, eso sí, con un equilibrio en boca que mantengan el deseo de tomar otra copa. Rebosante de agradables aromas y sabores de su paso por barrica, perfectamente integrados mantiene intactas esas notas frutales tan características de esa variedad de todos y tan nuestra, garnacha.

Conclusión, un vino para repetir.

Desde mi perspectiva y con la “necesidad” de probar las máximas referencias posibles, creo firmemente que ése es el objetivo y el éxito de un vino, no sólo gustar, si no que invite a repetir que es lo complicado. Esto se podría traducir en producir emociones y conquistar a través del paladar. Tan primario, básico y romántico como el arte de la seducción. ¿No os parece?

Y como reconocimiento a la buena labor y oficio he de mencionar algunos de esos pocos que incitan (en pasado, presente y deseo que futuro) a repetir.

-         - Tres Picos, de Borsao (D.O Borja), del que no hace falta decir más de lo que se ha dicho sobre él y del que se considera es un regalo, demostrándolo en cada añada.

-         -  A de Aylés de “Pago de Aylés”, increíble lo que hay dentro de esa botella y si además le añades la admiración que le tengo a su artífice, lo raro sería no reincidir en ese vicio.

-          - Baltasar Gracián Viñas Viejas de “Bodegas San Alejandro” (D.O. Calatayud), del que al margen de sus logros y reconocimientos se puede resumir comentando la impresión que le produjo a mi buen amigo Luipi, un tipo fino de oficina, solamente aficionado, concretamente al tinto y especialmente la tarde de Nochebuena… y es que al probarlo en una presentación con personal de bodega, al preguntarle que le parecía exclamó: “Este vino está de puta madre!” a lo que no hizo falta añadir nada más.

-          - Por último mencionar un blanco, que lo entiendo más polivalente respecto a momentos de consumo que para lo que creo está "diseñado" y con un ratio calidad – precio extraordinario. Viña de Miedes Macabeo de la misma bodega que el anterior. Lo sorprendente y lo que para mí lo engrandece es lo obtenido de una variedad de la que ni soy fan ni confiaba mucho en sus posibilidades como la gran mayoría, pero de la que demuestra se puede obtener muy buen rendimiento.


Existe alguno más de los que un día hablaré, pero sobretodo un último, más reciente que requiere comentar con tiempo y más a fondo, entre otras cosas por no considerarlo una fácil elección.

Y como deseo y propósito de repetición en variedades (yo, consumidor regionalista) está la Pinot Noir, encumbrada y de la que se han escrito ríos de tinta, pero que he tardado más de lo debido en conocer y como referencia, entre otros tiene la culpa Racineuil de la región de Borgoña, de un estilo totalmente opuesto a mis preferencias, pero que cautiva.


Así que… ¿Repetimos? 



2 comentarios:

Luis dijo...

Muy buen artículo Mark!! Hace un tiempo que nos empezaste a aficionar a "esto" del vino y este blog nos servirá para ir descubriendo más cosas de este exquisito mundo; además con lectura fácil para los no entendidos (como yo). Por eso te animo a seguir escribiendo y que nos sigas descubriendo pequeños detalles de este placer de la vida que es el Vino.

avión roquero dijo...

Muy amable, me alegra que sea de tu interés y que sigas con la afición, que no se trata de otra que de disfrutar y si es en buena compañía mejor. La tuya la es ;)