La noticia
de un reconocimiento de un vino aragonés en la guía “Los 100 mejores vinos por
menos de 10 euros” - 2015 - de Alicia Estrada, me ha devuelto el grato recuerdo
de cuando lo bebí, hará mes y medio en una cena de amigos. El fenómeno es
Nietro de “Alianza de Garapiteros” (D.O. Calatayud). Si bien tenía la buena
referencia de su “hermano mayor” Alquez,
no esperaba ese nivel en este otro. Es uno de esos vinos de alta extracción que me
encantan, con cuerpo, golosos, eso sí, con un equilibrio en boca que mantengan
el deseo de tomar otra copa. Rebosante de agradables aromas y sabores de su
paso por barrica, perfectamente integrados mantiene intactas esas notas frutales tan
características de esa variedad de todos y tan nuestra, garnacha.
Conclusión,
un vino para repetir.
Desde
mi perspectiva y con la “necesidad” de probar las máximas referencias posibles,
creo firmemente que ése es el objetivo y el éxito de un vino, no sólo gustar,
si no que invite a repetir que es lo complicado. Esto se podría traducir en producir
emociones y conquistar a través del paladar. Tan primario, básico y romántico
como el arte de la seducción. ¿No os parece?
Y como
reconocimiento a la buena labor y oficio he de mencionar algunos de esos pocos que
incitan (en pasado, presente y deseo que futuro) a repetir.
- - Tres Picos, de Borsao (D.O Borja), del que no hace falta decir más de
lo que se ha dicho sobre él y del que se considera es un regalo, demostrándolo
en cada añada.
- - A de Aylés de “Pago de Aylés”, increíble lo que hay dentro de esa
botella y si además le añades la admiración que le tengo a su artífice, lo raro
sería no reincidir en ese vicio.
- - Por último mencionar un blanco, que lo entiendo más polivalente
respecto a momentos de consumo que para lo que creo está "diseñado" y con un
ratio calidad – precio extraordinario. Viña de Miedes Macabeo de la misma
bodega que el anterior. Lo sorprendente y lo que para mí lo engrandece es lo
obtenido de una variedad de la que ni soy fan ni confiaba mucho en sus posibilidades
como la gran mayoría, pero de la que demuestra se puede obtener muy buen
rendimiento.
Y como deseo
y propósito de repetición en variedades (yo, consumidor regionalista) está la
Pinot Noir, encumbrada y de la que se han escrito ríos de tinta, pero que he
tardado más de lo debido en conocer y como referencia, entre otros tiene la
culpa Racineuil de la región de Borgoña, de un estilo totalmente opuesto a mis
preferencias, pero que cautiva.
2 comentarios:
Muy buen artículo Mark!! Hace un tiempo que nos empezaste a aficionar a "esto" del vino y este blog nos servirá para ir descubriendo más cosas de este exquisito mundo; además con lectura fácil para los no entendidos (como yo). Por eso te animo a seguir escribiendo y que nos sigas descubriendo pequeños detalles de este placer de la vida que es el Vino.
Muy amable, me alegra que sea de tu interés y que sigas con la afición, que no se trata de otra que de disfrutar y si es en buena compañía mejor. La tuya la es ;)
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